Por qué debes evitar los alimentos procesados

Los alimentos procesados no son buenos para la salud. Es importante conocer los alimentos que ingieres y su procedencia.


NUTRICIÓN | SALUD

Aunque los alimentos procesados son rápidos, fáciles y requieren muy poco esfuerzo para hacerlos, no siempre es la mejor opción. Después de un largo día de trabajo, lo último que quieres hacer es llegar a casa y cocinar una comida saludable desde cero. Pero antes de echar mano de esa pizza congelada o de la caja de macarrones con queso, deberías pensártelo dos veces.

Los alimentos procesados suelen tener un alto contenido en sodio, azúcar y grasas poco saludables. A menudo contienen conservantes y otras sustancias químicas que pueden ser duras para tu cuerpo. Y como tienen tan pocos nutrientes, pueden dejarte con hambre después de comerlos. Por eso es importante ser consciente de lo que contienen tus alimentos y de su procedencia. Cuando te tomes el tiempo de leer las etiquetas y de informarte sobre los ingredientes de los alimentos procesados, verás lo perjudiciales que pueden ser.

Los peligros de los alimentos procesados

Uno de los mayores peligros es que suelen tener un alto contenido en sodio. El sodio es un nutriente esencial que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Sin embargo, un exceso de sodio puede provocar hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y otros problemas de salud. La Asociación Americana del Corazón recomienda no consumir más de 2.300 miligramos de sodio al día, lo que equivale a una cucharadita de sal. Pero muchos alimentos procesados contienen mucho más que eso. Por ejemplo, una sola ración de sopa enlatada puede tener hasta 1.900 miligramos de sodio, ¡y eso antes de añadir sal!

Otro problema es que suelen contener grandes cantidades de azúcar. El azúcar son calorías vacías que pueden contribuir al aumento de peso y a las caries. Un exceso de azúcar también puede provocar diabetes y otras enfermedades crónicas. Los alimentos procesados suelen disfrazar el azúcar utilizando diferentes nombres para él en las listas de ingredientes. Nombres como jarabe de maíz, dextrosa, fructosa y maltosa indican la presencia de azúcar. Así que, aunque un alimento no sepa dulce, puede contener mucho azúcar.

Por último, muchos tienen un alto contenido en grasas no saludables, especialmente grasas saturadas y trans. Estos tipos de grasas pueden elevar tus niveles de colesterol y aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y otros problemas de salud. Así que la próxima vez que estés en el supermercado, fíjate bien en las etiquetas de esos alimentos procesados. ¡Quizá te sorprenda lo que encuentres!

Hay tres tipos principales de alimentos procesados

- Alimentos mínimamente procesados: Suelen ser alimentos enteros pre cortados o pelados, como la mezcla de ensalada en bolsa o las zanahorias pequeñas

- Alimentos parcialmente procesados: Son alimentos a los que se han añadido o eliminado algunos ingredientes, pero que conservan la mayor parte de su forma original. Algunos ejemplos son la salsa de pasta en tarro, la pizza congelada y la carne de charcutería

- Alimentos totalmente procesados: Son alimentos que han sido alterados de forma significativa y a menudo contienen pocos ingredientes enteros (o ninguno)

Cuando te tomes el tiempo de leer las etiquetas y de informarte sobre los ingredientes de los alimentos procesados, verás lo perjudiciales que pueden ser.

Así que la próxima vez que vayas al supermercado, busca frutas y verduras frescas en lugar de esas pizzas congeladas o cajas de macarrones con queso: ¡tu cuerpo te lo agradecerá!